La laguna sufre las consecuencias de un modelo de desarrollo fracasado que ha impuesto el PP en los 21 años que nos gobierna.
Los problemas de ese modelo no sólo son económicos, también medioambientales y el Mar Menor es el mejor ejemplo.
Un modelo de desarrollo cortoplacista, sin visión de futuro, liberal, cuyas consecuencias estamos penando.
Intentar distraer la atención sobre las responsabilidades políticas y jurídicas del daño ecológico y económico que los diferentes gobiernos del PP han causado a la laguna es vergonzoso. Si fuesen leales a las murcianas y murcianos deberían contar la verdad y asumir que ellos son los principales culpables.
Los ciudadanía de la Region debe entender que este no es solo un problema de los vecinos ribereños, que es de todos y que hay que ser inflexible a la hora de exigir responsabilidades.
Por su parte, la Justicia debe llegar hasta el fondo para perseguir y juzgar a quienes hayan incumplido la ley por acción u omisión.