Esta pareja son dos personas a las que quiero mucho y ellos lo saben. Paqui y José. La abuela de Paquí fue la tía Francisca y era hermana de mi abuela Eusebia. José, es una gran persona con el que tengo amistad de toda la vida, además de vecino en el Barrio de San José.

Tenemos un amigo en común, llamado, el sevillano Miguel Barea que al igual que José, es un apóstol en la ayuda de personas con problemas de dependencias y con el que tuve una estrecha colaboración hace muchos años, soldando una amistad que todavía perdura.

Pero lo más importante de esta pareja especial es una historia formidable que quiero resaltar por el valor humano, solidario y de amor que lleva consigo. José tenía un problema renal que le llevó a depender de la diálisis durante un tiempo con la angustia que supone esta situación en una persona joven.

Su madre -que le dio la vida-, le donó un riñón y parecía que el transplante iba a funcionar. La excelente persona de la madre, volvía a dar la vida por segunda vez a su hijo, prestándole un parte de su cuerpo para que siguiese en el camino de la vida. Pero en un tiempo surgieron los problemas y ese órgano tuvo un rechazo.

Paqui, que además de muy guapa (por eso es mi prima), tiene un corazón de oro, se prestó a donar a su marido uno de sus riñones y en esta ocasión todo funciona a la perfección. Solo hay que ver la alegría y la cara de José que ha vuelto a nacer por tercera vez y deseo sea definitiva.

El inmenso poder de la solidaridad humana, mezclado con el amor de dos personas que lo superan todo y se es capaz a donar un órgano a su compañero para seguir viviendo y compartiendo la vida. Nos hicimos esta foto en la Santa y les dije que escribiría de este caso y milagro, como ejemplo de constancia ante la adversidad y la enfermedad. 

Cuando estamos en el suelo, cuasi derrotados por la enfermedad, se levanta José con un gesto que no tiene precio. Los avances de la ciencia y esta generosidad humana hacen posible que no todo esté perdido. Ni mucho menos.

El amor, la generosidad y la solidaridad humana, hace milagros y muy grandes. Me siento muy orgullos de mi amistad con ellos y ser familia de Paqui. Una mujer muy especial. Vivimos en un mundo muy complicado. Pero hay actos que mueven montañas.